Quizás seas una persona muy ordenada y cada mañana tienes agendadas todas tus acciones, los proyectos que te llevarán a cumplir tus objetivos, no sólo del día, sino de la semana, del mes y, a lo mejor, hasta los del año. Pero aún así, sientes que a tu vida le hace falta algo.
Ese algo es un propósito de vida. Y el propósito de vida no es decir “cuando sea grande seré abogado” o “cuando sea director general, secretario de estado o incluso presidente de mi país...”. Esas son metas, muy loables y es muy bueno que las tengas, pero no lo son todo.
“El propósito de vida es una declaración personal que cuando se cumple nos lleva a estado de máximo bienestar. Ese estado de máximo bienestar que se cumple con el propósito tiene un nombre distinto para cada uno. Hay quien le llama felicidad, bienestar, compleción o satisfacción, y tú seguro que tienes tu propio nombre para él”.[1]
Entonces, podemos ver que no se trata de logros externos, aunque se alimente de ellos. Tiene más que ver con cómo te sientes, qué aprendes y qué haces para evolucionar.
Y esta evolución puede ser personal, o estar relacionada a tu familia, a tu país, e incluso hasta mundial, como podría ser el comprometerte con una causa, por ejemplo.
Para qué te sirve encontrar tu propósito de vida
Para tener coherencia en tu vida. Al saber cuál es, todas tus acciones deben estar alineadas con él, de lo contrario, sentirás que estás siendo un impostor. Es ser coherente entre lo que haces, piensas y sientes.
Además, ¿Para qué vas a gastar tiempo y energía en hacer algo que no te hace sentir bien y que no te lleva a ser la máxima expresión de ti?
Por ejemplo, si tu propósito de vida pasa por no maltratar a ningún animal ¿por qué vas a malgastar tu salud, física y mental, comiendo carne? Sería absurdo sufrir en cada comida por realizar una acción que va en contra de tus principios.
Y es que en eso se basa tu propósito de vida: en ser un marco referencial de tus valores. No es un escenario futuro, como podría ser un objetivo; es una guía que encamina todas tus acciones cada día.
No esperes a que estés a punto de morir para cuestionarte si la vida ha valido la pena o, peor aún, si has vivido la vida que deseabas. La vida es mucho más que nacer, crecer, reproducirse y morir. Tampoco se trata de seguir los patrones impuestos por otros, llámense sociedad o familia.
Busca tus talentos, lo que te apasiona y encuentra tu propósito de vida. Y para eso, yo te puedo ayudar. En mi curso ¡Otra Oportunidad! te digo cómo lograrlo, por medio de una guía, paso a paso, para que te resulte más sencillo. Y además, yo te acompañaré en el proceso. Haz click aquí y descubre de qué se trata.
[1] Daniel Aguayo (@daguayo) es experto en eficacia personal, Trainer en PNL y autor del blog DUTUDU. #OtraOportunidad #propósito #metas #objetivos #bienestar
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