Te voy a contar una historia que me llegó mientras navegaba por Facebook.
A los japoneses siempre les ha gustado del pescado fresco. Pero las aguas cercanas a Japón no han tenido muchos peces por décadas.
Así que, para alimentar a la población, los barcos pesqueros fueron fabricados más grandes para ir mar adentro. Mientras más lejos iban los pescadores, más era el tiempo que les tomaba regresar para entregar el pescado. Si el viaje tomaba varios días, el pescado ya no estaba fresco.
Para resolver el problema, las compañías instalaron congeladores en los barcos. Así podían pescar y poner los pescados en los congeladores. Sin embargo, los japoneses pudieron percibir la diferencia entre el pescado congelado y el fresco, y no les gustaba el congelado, por lo tanto, tenían que venderlo más barato.
Entonces, las compañías instalaron en los barcos tanques para los peces.Podían así pescar los peces, meterlos en los tanques y mantenerlos vivos hasta llegar a la costa. Pero después de un tiempo los peces dejaban de moverse en el tanque. Estaban aburridos y cansados, aunque eso sí, vivos. Los consumidores japoneses también notaron la diferencia del sabor porque, cuando los peces dejan de moverse por días, pierden el sabor fresco.
¿Quieres saber cómo resolvieron el problema las compañías japonesas?
Para mantener el sabor fresco de los peces, las compañías pesqueras ponen a los peces dentro de los tanques en los botes, pero ahora también ponen un tiburón pequeño.
Claro que el tiburón se come algunos peces, pero los demás llegan muy, pero muy vivos. ¡Los peces son desafiados! Tienen que nadar durante todo el trayecto dentro del tanque, para mantenerse vivos.
¿Cuál es el aprendizaje de esta historia?
Muchas personas se esfuerzan por alcanzar sus metas, sin embargo, en cuanto lo consiguen empiezan a entrar en un letargo. Después de todo, ya no necesitan esforzarse tanto. Si continúan en este espacio de comodidad entran en lo que conocemos como zona de confort.
Cuando estás en tu zona de confort te sientes segura. Habrá quien odie su zona de confort, habrá quien la disfrute, pero lo importante es que no quieres salir de ahí porque es lo que conoces y eso te da seguridad.
Y entonces llega un momento en el que sientes que la vida te sofoca, pero tu ego, que le tiene terror a los cambios, te convence que así estás bien, que mejor ni le muevas, porque qué tal si...
Y aquí es donde entra tu consciencia y tu libertad para elegir. Puedes hacerle caso a tu ego y quedarte en esa zona de confort, aunque en el fondo no seas tan feliz, o bien, puedes lanzarte a cumplir nuevas metas, a sentirte desafiada, quizás muerta de miedo, no te lo niego, pero con la adrenalina que te da el vivir la vida.
Las personas prosperan más cuando hay desafíos en su medio ambiente.
Ahora que, no se trata de caer en una espiral de perseguir metas sin darte un descanso para saborear el triunfo. Cuando logres cumplir tus metas descansa, disfruta tus logros y ya después, ve pensando en una nueva meta.
Así que, invita un “tiburón a tu tanque”, y descubre que tan lejos puedes llegar. Y si lo que te da miedo es no saber bien cómo aprender a desafiarte, te invito a que veas mi curso ¡Otra Oportunidad! en donde aprenderás cómo estás hoy en tu vida y cómo puedes transformarla para alcanzar todo tu potencial y ser la máxima expresión de tu ser. Haz click aquí para saber más.
Comments