Tú eres amor. El mundo puede sentirse como un lugar difícil pero si todos conectamos con esta verdad: somos amor... empezaremos a sanarlo y poco a poco nos sentiremos en casa, en armonía y agradecimiento.
El propósito que nos lleva a buscar una transformación es sentirnos bien, pero sin importar todo lo que hagamos, si no incluimos el ingrediente del amor no habrá una transformación duradera.
El amor es la esencia de nuestro ser verdadero, así que, si actuamos desde un lugar de amor y de aceptación, ya no estaremos a merced del peso enorme que nos impone el ego. Y entonces nos resulta muy sencillo expresar compasión, perdón, gentileza, gratitud y ausencia de juicio hacia nosotros y los demás; también encontraremos sentido a nuestra vida.
A pesar de sentirse con una gran suavidad, el amor nos dota de una gran fuerza. El amor se puede expandir más y más a medida que disminuye el ego, y dejamos de tomar todo como personal, incluso si nos parece que alguien nos ha ofendido.
Esto no es fácil pues estamos habituados a ver sólo nuestra perspectiva, pero la invitación es entrar a ese ámbito en donde el amor es una realidad constante y nos permitimos vivir a partir de nuestro Ser, el que se sabe ilimitado y pleno.
El propósito que nos lleva a buscar una transformación es sentirnos bien, pero sin importar todo lo que hagamos, si no incluimos el ingrediente del amor, no habrá una transformación duradera, y estaremos a merced de las emociones y respuestas mecánicas, que nos mantienen con una sensación de traer arrastrando un gran peso, que en ocasiones puede, incluso, manifestarse en el plano literal.
El amor es una fuerza espiritual que va más allá de la emoción personal tan intensa y placentera que podamos experimentar. Al salirnos de la dimensión personal podemos acceder a la dimensión espiritual del amor, a esa fuerza tan poderosa que se transforma en una gran serenidad que nada, ni nadie, podrá quitarnos. Una vida vivida en amor consciente es la vida más real que podemos vivir. Y es la forma de poder vivir con gran ligereza, al experimentar a nuestro Ser en el ahora y en el aquí. Eres amor en toda su magnificencia. Acredítalo.
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