Recuerdo que hace muchos años fui a ver a un querido amigo homeópata para ayudarme con algún padecimiento que tenía en ese momento. Después de unas cuantas preguntas me dijo que ya sabía qué me iba a dar, pero antes me preguntó: ¿Quieres sanar?
Al ver mi cara de sorpresa me dijo que es importante que lo que decimos y hacemos hacia fuera esté en alineación con nuestros pensamientos, con nuestros deseos profundos y con nuestros sentimientos.
Tiempo después aprendí que eso, ahora recibe el nombre de coherencia entre la mente, el corazón y las entrañas. Cuando logramos esa coherencia aquello que deseamos deja de estar en el campo de las posibilidades para convertirse en una realidad.
Cuando tienes la intención de sanar ya has echado a andar el proceso de la curación. Y cuando añades el poder de tus creencias, tu actitud y practicas con compromiso, tu proceso de sanación se acelera de manera exponencial.
Si puedes poner en alineación tus creencias y tus acciones con tu intención verás cómo, de una manera sencilla, se van desprendiendo esos fardos, que tal vez sin quererlo traes cargando, y no te dejan ir por la vida con un gran sentido de ligereza; esto sucede tanto a nivel espiritual, como emocional y físico.
Es curioso pero la física cuántica nos va enseñando cómo son posibles muchas cosas que antes ni siquiera imaginábamos factibles. Es como si, conforme lo vamos imaginando y la ciencia lo va probando, nos empezamos a dar permiso de ser parte de esos sucesos sorprendentes. Empezamos a encarnar lo imposible.
Ahora sabemos que cuando activamos una creencia positiva todo nuestro ser responde. Nuestras células se abren y propician transformaciones positivas. Incluso los pasos más pequeños nos hacen ir avanzando.
Sé gentil contigo, perdónate y también perdona a los demás, ten la certeza de que eres digna de ser amada sólo porque estás en este mundo; reconoce que tu esencia es el amor y conviértete en un ser de amor, de una manera suave, sin forzarte. Y así vas a poder manifestar una sanación poderosa que te impulsará y te permitirá vivir mucho más ligera.
Hoy en día cada vez hay más personas que creen en cuidar de sí mismas y en la posibilidad de sanar porque el sistema de creencias ha cambiado para bien en dirección de apoyar el bienestar. Sin embargo, esto por sí solo no es suficiente para conseguir la sanación, pues nosotros debemos ser parte de la ecuación.
Es importante que, de manera consciente, eches a andar tus creencias positivas. Cuando activas cualquier creencia, sea positiva o negativa, tus células reciben el mensaje de inmediato. Lo bueno es que el sistema de sanación en tu cuerpo tiene en sí mismo una gran inteligencia y la sanación es algo integral, holístico como se le dice hoy, y llega a todas partes, y sabe todo sobre ti. Una vez que actúes en consecuencia, podrás experimentar el gran poder, casi oculto, de la conexión entre el cuerpo y la mente.
Nuestro descuido y malos hábitos, las malas elecciones y las emociones tóxicas no conducen a la sanación, al contrario. Solemos actuar como si el cuerpo fuera un objeto complicado sobre el cual casi no tenemos control y con frecuencia, incluso nos resulta hostil.
Necesitas hacer un cambio en tus creencias y eso empieza con una verdad que es sencilla pero muy profunda: La simple intención de sanar, como te dije, echa a andar la sanación.
El doctor Deepak Chopra nos da tres sugerencias prácticas y accionables que te permitirán alinearte con tu proceso de sanación:
Sé gentil contigo. La culpa y el juicio nunca nos llevan a la meta, pues la motivación negativa es incompatible con resultados positivos.
Ten confianza en ti, lo cual empieza cuando te apropias de tu vida. Mucha gente cede su poder a otros y les permite controlarla, lo cual desemboca en una baja autoestima. Recuerda que sólo tú decides sobre tu vida.
Sé aquello que tú buscas. No estés a la búsqueda de alguien que te ame de una manera perfecta; sé tú una persona llena de amor y que ama. Tu esencia es el amor que tanto buscas. Cuando te conviertes en eso que buscas, empiezas a encontrarlo en todos lados.
Empieza poco a poco a vivir esa vida ligera que anhelas. Toma unos momentos cada día y ten la intención consciente de ser amable contigo, perdona tus fallas, recuerda que no eres perfecta y que no pasa nada por ello y repite una afirmación positiva que tenga que ver con tu proceso de sanación y con la posibilidad de ir sin tanto peso por la vida. Disfruta y siente tu cambio empezar a manifestarse.
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