La semana pasada hablábamos de ese momento en que sentías la necesidad de cambiar (si no lo leíste, haz click aquí).
El cambio en nuestra vida es una constante, que va desde los pequeños y cotidianos, como cambiar el tono o el corte de nuestro pelo hasta los más significativos, como un cambio de trabajo o de pareja.
Sin embargo, cambiar no nos resulta fácil, ya que, en la mayoría de los casos, implica salir de nuestra zona de confort, y ya hemos visto cómo a nuestro ego eso no le gusta, y por ello se resiste. Por eso es que hoy vamos a ver cuatro consejos que te resultarán clave a la hora de hacer un cambio.
1.- Pregúntate por qué quieres cambiar
Es muy importante que busques la razón por la que quieras cambiar, a fin de tener el motivante perfecto. A veces queremos cambiar una conducta porque a alguien más le molesta. Quizás has reflexionado al respecto, y aunque tu mente te dice que ese cambio va a ser benéfico en tu vida, en tu corazón no estás del todo convencida. ¿El resultado? Cambiarás superficialmente y por poco tiempo.
En cambio, si te cuestionas tus motivaciones, podrás profundizar en tu deseo de cambiar y, por ende, comprometerte con él.
2.- Un paso a la vez
¿Te ha pasado que, ante un cambio radical en tu vida, lo único que ves son las dificultades y eso hace que te frustres y desistas de realizarlo? Cambiar tus hábitos, que llevan arraigados muchos años, es una tarea enorme que puede desmotivarte a continuar.
En cambio, si partes el total en pequeñas metas que sean más fáciles de cumplir, tanto en esfuerzo como en tiempo, verás que te será más sencillo avanzar, y cuando menos te des cuenta, habrás logrado cumplir ese gran cambio.
Dicen que, para correr un maratón, empieces con los primeros metros.
3.- Sé constante
Si has decidido hacer ejercicio, por ejemplo, y el primer día haces media hora, el segundo sólo te dio tiempo para cinco minutos, el tercero, diez y ya para el cuarto día lo abandonas, es muy probable que tu propósito de ejercitarte quede sólo en deseo.
Para adquirir un nuevo hábito se requiere tiempo. En primer lugar, para dar tiempo al des-aprendizaje de tu conducta anterior y luego para que tu cerebro grabe esas nuevas acciones que quieres incorporar a tu vida. La repetición es un elemento clave del aprendizaje.
Algunos expertos dicen que se requieren 21 días para implementar un nuevo hábito en tu vida, mientras que otros señalan que 45 días son lo óptimo. En realidad, no tiene importancia si te toma más o menos tiempo, mientras no olvides ser constante.
4.- Sé paciente con el proceso y contigo
Los cambios toman tiempo, como te dije en el punto anterior, así que, si buscas resultados inmediatos, lo único que lograrás será un cambio a medias, el cual terminarás abandonando.
Y no olvides que, en la mayoría de los cambios en que está involucrada nuestra zona de confort, se avanzan dos pasos para adelante y uno para atrás. Cuando tengas estas recaídas, no te juzgues ni te denigres (ya sabes, “qué tonta soy” o “no tengo fuerza de voluntad”). Levántate y vuelve a empezar, amándote y sabiendo que eres humana y que tienes ¡Otra Oportunidad!
5.- Sigue una guía
Ya sé, el título dice 4 consejos, entonces ¿por qué este quinto punto?
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