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Mónica Del Valle

No te olvides de lo más importante


Cuenta la leyenda que una mujer iba caminando por el bosque. Regresaba del mercado, que se encontraba en el pueblo vecino, e iba para su casa. En sus brazos llevaba cargando, además de lo poco que había podido comprar, pues era muy pobre, a su pequeño hijo, de unos meses de nacido. Mientras caminaba iba pensando cómo podría hacer rendir al máximo lo que acababa de comprar.

De pronto, un destello llamó su atención. Sigilosa y con más curiosidad que miedo, se acercó para investigar qué era lo que provocaba esa luz. Siguiendo el resplandor llegó hasta la entrada de una cueva, donde un extraño hombre la miraba complacido.

-Bienvenida - habló el hombre.- Has llegado a la Cueva de la Última Oportunidad.

La mujer permaneció en silencio. No entendía muy bien qué podía esperar, pero le daba miedo aquél hombre.

-No temas -dijo el hombre con una sonrisa,- no hay nada malo ahí adentro...siempre y cuando no te olvides de lo más importante.

-¿Lo más importante...qué es? - balbuceó la mujer.

- Ya lo descubrirás. Entra en la cueva y toma todos los tesoros que quieras. Hay miles de ellos que fueron elegidos especialmente para ti, pero no te olvides de lo más importante. Vas a poder entrar por cinco minutos, y transcurrido ese tiempo, la puerta se cerrará para no volver a abrirse nunca más.

-¿Y si no salgo a tiempo? - preguntó la mujer.

- Serás el cadáver más rico del planeta - dijo con una risa macabra el hombre.- Ya sabes, cinco minutos y no olvides de tomar lo más importante.

La mujer, temerosa de que fuera una trampa, pero imaginándose las riquezas que le esperaban, avanzó hasta la entrada de la cueva y, a unos cuantos pasos, se topó con el más grande tesoro que hubiera podido imaginar. Mirase por donde mirase se topaba con montañas de monedas de oro, copas con incrustaciones de joyas preciosas, coronas majestuosas.

-¿Qué será lo más importante que hay aquí? - se preguntó la mujer.

-¡ Te quedan cuatro minutos! - oyó que decía aquél hombre.

La mujer presurosa dejó sus compras y a su hijo en el suelo y se lanzó a tomar lo más que pudiera de aquél tesoro. Encontró un morral de oro que le sirvió para guardar la mayor cantidad de monedas...

- ¡Tres minutos! No olvides tomar lo más importante.

La mujer escaló una de las montañas de monedas para tomar una imponente corona, seguro eso sería lo más importante. A su paso recogió algunos brazaletes y collares que estaban cargados de esmeraldas, zafiros y rubíes. La mujer seguía en su carrera por recolectar cosas. Se encontró con una canasta, también de oro, en la que iba echando todo cuanto podía.

-¡Un minuto! Baja antes que la puerta se cierre para siempre pero no te olvides de recoger lo más importante.

La mujer bajó de prisa, recogiendo lo que se encontraba a su paso. No sabía si en una de esas, por casualidad, tomaba lo más importante. No quería decepcionar a aquél hombre. Al bajar la montaña de monedas vio cómo la puerta comenzaba a cerrarse. La mujer aceleró el paso, no podía quedarse encerrada dentro de esa cueva. Apenas, con un segundo restante, ella pudo salir de la cueva. A sus espaldas la cueva desapareció.

-¡Ya está! - sonrió triunfante- Espero haber tomado lo más importante.

El hombre soltó una maligna carcajada.

-Yo creo que no lo hiciste ¿Dónde está tu hijo? - y dicho esto desapareció.

La riqueza le duró muchos años pero el arrepentimiento toda su vida.

Muchas veces nos olvidamos de lo que realmente importa, ya sea por querer quedar bien con los demás o por ambición...o por miedo. Tú ¿te olvidas de lo más importante? Bueno ¿sabes qué es lo más importante en tu vida?

El ajetreo de la vida, la búsqueda de fama y riqueza nos provocan que perdamos de vista lo que en verdad nos importa. Y claro, podrá haber personas que digan que para ellos lo más importante es el dinero, y está bien, cada quién sus prioridades.

Pero lo vital es que determines qué es lo más importante para ti, no para el vecino, ni para tus papás ni para lo sociedad...sólo para ti. Encuentra qué es y no te olvides de lo más importante.

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