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Mónica Del Valle

La digestión comienza en a mente


(Foto tomada de internet)

¿Te acuerdas de lo que aprendiste sobre el sistema digestivo en la escuela primaria? Tal vez alguna vez has tenido la curiosidad de seguir el camino de un bocado de comida a partir de su entrada por la boca hasta su salida por el otro extremo. Tal vez fueron tus maestros quienes te dieron este ejercicio… Sea cual fuere el caso, es muy probable que no se haya tomado en cuenta el órgano digestivo más importante de todos: el cerebro.

Cuando se trata de metabolismo, el cerebro es mucho más que un socio silencioso. De hecho, tus pensamientos, tu atención y tus impresiones sensoriales de los alimentos que estás consumiendo juegan un papel mucho mayor en la digestión de lo que la mayoría de nosotros cree.

Si estás listo para empezar a maximizar el potencial del cerebro para apoyar tu proceso digestivo, pon atención a esta entrada y aprenderás algunos secretos sorprendentes acerca de este potente aliado del aparato digestivo.

En los comentarios, por favor cuéntanos: ¿Qué tanto te distraes cuando comes? ¿Será que metabolizas completamente tus comidas? ¿Ves algún parecido entre el plano corporal y el plano emocional?

La digestión comienza en la mente

El poder de la mente para catalizar la asimilación de nutrientes, la digestión y la capacidad de quemar calorías es mejor ejemplificado en algo que los científicos llaman la fase cefálica de la respuesta digestiva– FCRD. Cefálica significa "de la cabeza." Es simplemente un término de lujo para los placeres del sabor, aroma, la satisfacción y el estímulo visual de una comida. En otras palabras, es la de la digestión que está en la cabeza… y casi podríamos decir que es tan importante como todo lo que ocurre en todo el tracto digestivo.

Tan es así que los investigadores han estimado que aproximadamente un 30 a 40 por ciento de la respuesta digestiva se debe al FCRD – o sea, a nuestra plena conciencia de lo estamos comiendo. ¿Cómo te queda el ojo?

¿Puedes recordar alguna ocasión en que simplemente al ver tu comida favorita tu boca haya comenzado a salivar o tu estómago a moverse? Esa es la respuesta digestiva en su fase cefálica.

La digestión comienza literalmente en la cabeza cuando los receptores químicos y mecánicos en la lengua y las cavidades orales y nasales son estimuladas por apreciar plenamente lo que nos vamos a comer… por oler los alimentos, degustarlos, masticarlos y saborearlos. Una conciencia profunda de lo que vamos a comer da inicio a la secreción de saliva, ácido gástrico y enzimas, así como a neuropéptidos asociados a los intestinos y la producción de la gama completa de las enzimas pancreáticas, incluyendo la tripsina, quimotripsina, amilasa pancreática y lipasa (perdón por los términos, pero así se llaman). Además, se hace que la sangre llegue a los órganos digestivos, provocando que el estómago y los intestinos se contraigan rítmicamente; también provoca que haya concentraciones de electrolitos en el tracto digestivo que preparan al cuerpo para recibir el alimento entrante.

La semana que entra continuaremos hablando sobre cómo la falta de conciencia a la hora de comer, afecta tu metabolismo.

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