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Mónica Del Valle

No es mi culpa, es que me hacen...


¿Es verdad eso que estamos sintiendo y que está generando en nosotros una respuesta emocional intensa? ¿De verdad alguien más nos puede hacer sentir así?

Confieso que son “fan” del doctor Deepak Chopra. Me encantan sus enseñanzas, hago sus meditaciones y disfruto con los retos intelectuales y emocionales que plantea. En alguno de sus videos Chopra dice: ¨..si piensas que tus emociones son el resultado del comportamiento de alguien más, entonces esa persona tiene que cambiar su comportamiento para que tú te sientas mejor... y podrás esperar mucho tiempo…¨. Imagínate… eres una víctima de todo y de todos, no tienes poder en tu vida porque todos te hacen esto o aquello o te hacen sentir de una u otra forma… ¿de verdad te quieres ver así? ¿En serio?

Para salirnos de ese patrón de víctimas, lo primero que tenemos que hacer es sentir las emociones (en nuestro cuerpo físico), aprender a identificarlas sin culpar a otras personas, hay que eliminar expresiones como ¨me utilizaron”, “me engañaron", porque esas no son emociones sino descripciones del comportamiento de terceras personas… y espero que tengas claro que sobre la conducta de otros no tenemos control.

Yo diría que empieces por describir lo que sientes… qué sientes, en dónde lo sientes, cómo se siente, hacia dónde se mueve… describe sin etiquetar… La fórmula Describir para Descubrir es muy poderosa. Describir de manera detallada y diferenciada.

Segundo, es preciso nombrar las emociones con las palabras correctas: ira, ansiedad, miedo, celos o cualquiera otra que la refleje adecuadamente. Una vez que hayas Descrito con cuidado y de forma detallada y diferenciada, te será más fácil nombrar eso que estás sintiendo.

Tercero expresar las emociones de diferentes maneras: Busca una frase que describa lo que estás sintiendo y dila con enojo... luego con tristeza... después con ironía... luego riéndote... la misma frase y date cuenta de cómo se siente diferente...

Después nombra esa emoción en primera persona, luego pretendiendo que eres la otra persona y por último que eres alguien más que no tiene que ver con el hecho que generó la emoción; de esa manera se quita la carga emocional y se puede tener una visión integral de la situación y la emoción en particular.

Posteriormente viene la parte de ¨soltar¨ esa carga, escribiéndolo o compartiendo con alguien que sea de confianza y pidiéndole a esa persona que te haga preguntas (y que no te dé el avión) a fin de poder reflexionar sobre tus

hallazgos. Al ver la situación desde otras perspectivas, nos dejamos de apegar a nuestra “triste historia” y acaso podamos cambiar nuestra manera de relacionarnos con los demás e incluso con la propia emoción.

Hay otra técnica que fue diseñada por la profesora Byron Katie y que es de gran utilidad para lidiar con los pensamientos negativos, fuente de las emociones negativas, la cual consiste en preguntarse:

Esto que estoy pensando ¿es verdad? Es probable que nuestra primera respuesta sea que sí.

Entonces, con el corazón en la mano, y sin querer justificar nuestras respuestas, volvemos a preguntarnos: ¿Estoy seguro de que es verdad?

Y luego… ¿Cómo reacciono cuando tengo ese pensamiento... en quién me convierto? Y nos fijamos bien en cuáles son nuestros patrones de respuesta ante ese pensamiento, ante eso que quisiéramos que ocurriera pero no está sucediendo.

Por último nos preguntamos, con apertura para escuchar la respuesta: ¿Cómo sería yo sin ese pensamiento… sin estar esperando que las cosas sean como YO QUIERO o como YO necesito?, ¿Cómo sería mi vida y mi forma de relacionarme?

Las respuestas que encontraremos nos sorprenderán. Descubriremos muchas cosas. Descartaremos aquellos pensamientos que posiblemente no sean verdad y que están generando en nosotros emociones negativas muy intensas… Te voy a decir un secreto… no porque lo sientas “intensamente” en ese momento significan que sean verdad.

Y en caso que sea verdad, te permite establecer una elección entre si conectarte con ese pensamiento o con la paz que te da el saber que no necesitas pensar de esa manera. Y esa es tu elección. ¿Qué tipo de persona quieres ser...? ¿Alguien desempoderado y amargado por lo que todos le hacen...? ¿Alguien pleno, en expresión de su potencial y en paz y armonía consigo y con los demás? Como te digo, esa es tu elección... Ya nadie te hace nada que tú no estés dispuesto a hacerte a ti mismo.

Existen muchos otras técnicas y métodos para sanar emociones y gozar de una vida más plena... y lo que funciona para unos no necesariamente sirve para otros. Así que sugiero que cada uno vayamos haciendo los ejercicios que más nos ayuden a llegar al centro de nuestro ser, con paciencia y sin esperar resultados específicos… más bien dejándonos sorprender por lo que ocurra.

Hoy en día se sabe que las emociones son adictivas. Superar las adicciones, sean cuales sean, requiere tiempo, constancia y voluntad. Estas son opciones que vale la pena transitar.

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